Esta maravilla natural se encuentra ubicada en el departamento de Cundinamarca, en la provincia de Ubaté, a 88 km de Bogotá, en un recorrido de hora y media.
Los Farallones de Sutatausa son gigantescos macisos rocosos, formados por factores climáticos y geológicos, que se extienden aproximadamente por 12 km.
Además de las impresionantes vistas, en el camino encuentras un cementerio indígena Muisca, que tiene rocas grabadas con arte rupestre de la época de la conquista, puedes realizar actividades como escalada, rápel, caminatas, y varias cosas más.
Antes de comenzar la caminata, desayunamos en un sitio llamado La Chata, allí nos recargamos de energía para lo que se nos venía, no sin antes pasar por la iglesia de Sutatausa, la cual me pareció muy hermosa, porque sus murales son elaborados en arte rupestre de los indígenas de la región.
Comenzamos con un agradable recorrido, admirando uno de sus valles, el cual me dejó sobrecogida.
A medida que avanzábamos, nos íbamos adentrando en un sendero con un alto grado de dificultad, toda vez que debíamos ascender por el lecho del río entre grandes rocas resbalosas, que no permitían agarrarse de ninguna parte, cada uno tenía que arreglárselas como pudiera, así fuera arrastrándonos. Hasta un perrito que nos siguió durante todo el trayecto, se encontraba asustado, pues se quedó atascado en una de las piedras; uno de los caminantes que nos acompañaba se devolvió por él y con ese gesto se ganó un amigo fiel.
Después del duro ascenso por el lecho del río, nos esperaba la recompensa: ¡Los Farallones de Sutatausa! Unas formaciones rocosas sublimes e imponentes, donde se aprecia el valle de Sutatausa, yo quedé sin palabras, maravillada al ver cómo la naturaleza esculpe el paisaje de manera tan perfecta.
En la parte más alta, caminamos por el filo de la montaña, en un plano inclinado y pedregoso, al otro lado, se encontraba un abismo de unos 500 m, por lo que había que andar con mucho cuidado.
Este sitio tiene una energía muy especial, me infundió mucho respeto. Cuenta la historia que en la época de la conquista, hacia el año 1541, habitaban en esa región los indígenas Sutas, Tausas y Cucunubás; éstos, al verse sometidos por los españoles a terribles tratos y torturas para que se rindieran a sus creencias y religión, prefirieron tirarse al abismo antes que esclavizarse. Fueron unos 5.000 indígenas los que perecieron en esta tragedia.
Continuando con nuestro recorrido, pasamos por un bosque de eucaliptos y por un cementerio indígena, cuyas piedras están grabadas con arte rupestre, donde ellos plasmaban su cotidianidad y creencias.
Espero que te haya gustado esta ruta de senderismo de un día.
Dificultad: Media
Recorrido: 5-7 km
Temperatura: 5-15°C