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¿Qué hacer en los alrededores de Santa Marta?

Los alrededores de Santa Marta te ofrecen una variada gama de actividades por hacer. Disfruta de la montaña, sus ríos y cascadas de agua dulce, agrestes playas o si prefieres, playas color turquesa que te invitan al descanso o a la práctica de deportes náuticos. Tú eliges el programa que prefieras.

Indice

Santa Marta es la capital del departamento del Magdalena, ciudad turística por excelencia, la cual se encuentra ubicada en la costa Caribe de Colombia.

Tanto esta bella ciudad como sus alrededores están cargados de naturaleza, donde podrás vivir una experiencia de conexión contigo mismo, de descanso y de placer.

En este artículo te presento diferentes opciones para tu paseo por los alrededores de Santa Marta, los cuales dependerán de tus gustos, preferencias y de la disponibilidad de tiempo que tengas.

Río Palomino y sus playas

Palomino, se encuentra a dos horas, en la vía que de Santa Marta conduce a Riohacha por la Troncal del Caribe, también está a una hora desde el Parque Tayrona. Hospedarse allí es ideal para quienes quieran visitar la región, pues tiene una ubicación estratégica, que le permite a los turistas desplazarse con facilidad a los diferentes sitios de interés, ya sea en vehículo particular, en bus o tomando algún tour que ofrecen los hoteles.

Ciertamente es un pueblo mochilero, en donde sus calles destapadas te llevan a hoteles, hostales, zonas de camping y restaurantes; hay para todo tipo de presupuesto, al igual que una diversidad de opciones gastronómicas. Palomino es encantador por la tranquilidad del lugar, la amabilidad de su gente y por los paisajes que lo rodean, tanto de río, como de mar.

Te presento algunas de las actividades que puedes realizar en Palomino y alrededores:

Tubing por el río Palomino: 

Es una relajante y divertida actividad; en la cual, por espacio de una o dos horas, te dejas llevar por la corriente del río en unos neumáticos hasta aproximarte a su desembocadura. Allí podrás disfrutar de sus tranquilas aguas, de la vegetación, de la fauna y de los sonidos de la naturaleza. El tour vale COL $40.000 por persona e incluye transporte en moto, guía, chaleco salvavidas y seguro.

Si llegas antes de las 8 am y se encuentra despejado el día, podrás apreciar desde el puente sobre la vía principal que cruza el río, el imponente Pico Cristóbal Colón, que es parte del sistema montañoso de la Sierra Nevada y cuenta con una altura de 5.775 m.s.n.m., siendo este el pico más alto de Colombia y considerada una de las montañas costeras más altas del mundo.

Playas de Palomino:

Ideales para caminar, para jugar con las fuertes olas, para conectarte con el mar o para relajarte leyendo un buen libro. Me encantó de manera especial la desembocadura del río Palomino en el mar.

Quebrada Valencia: 

Esta reserva natural y maravilla de la naturaleza, se encuentra ubicada en el Km 56, en la vía que de Santa Marta conduce a Riohacha o a 30 minutos desde Palomino. En un agradable recorrido de 30 minutos, apreciamos árboles gigantes, una exuberante vegetación, coloridas flores, un río cristalino que atravesamos en varias oportunidades y nos llegaba a los tobillos, encontramos a las señoras que venden la arepa de huevo, el plátano asado con queso y bocadillo, otras que venden artesanías y hasta nos topamos con una señora que vendía piedras, ella nos dijo que esa zona era todo un santuario y, efectivamente, se sentía una energía muy especial.

Luego, nos encontramos con la primera piscina natural, un sitio espectacular con pequeñas caídas, y, aunque el agua estaba turbia al haber llovido copiosamente la noche anterior, no había perdido para nada su encanto. Allí tomamos un refrescante baño en esas heladas aguas que bajan de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Continuamos el ascenso y nos encontramos con una cascada que se deslizaba por una impresionante pared rocosa. Yo quedé “con la boca abierta” al ver semejante belleza.

Te recomiendo ser muy cuidadoso con el sitio que tocas o en el que te sientas a descansar, porque no me fijé, y en el morral que llevaba para el camino, se mimetizó un gusano de color gris oscuro, lo puse sobre mis piernas para sacar algo del bolso y con solo tocarme, quedó grabada en mi piel su forma. Un guía de la región, me dijo que este era un gusano venenoso y que podía darme dolor de cabeza o malestar general. Por fortuna, solo me duró unos 15 días.

Este es un destino que no puedes dejar de visitar.

Cerca de Palomino, también tienes la opción de ir a algunos de los ríos que vienen de la Sierra Nevada de Santa Marta y desembocan directamente en el mar; en ellos puedes disfrutar de sus cristalinas aguas, de su flora y fauna. Entre ellos se encuentran:

Río Buritaca y Bocas del Buritaca: 

Una de las actividades más populares en este lugar, es hacer un paseo a caballo por las playas, alquilar un bote para navegar por los rápidos río arriba, disfrutar de la desembocadura del río en el mar o simplemente descansar con el sonido del mar y de los pájaros.

Río Don Diego: 

El río Don Diego es ideal para hacer un paseo en un neumático río abajo por sus cristalinas aguas, deleitarte con su exuberante vegetación y para observar diferentes tipos de aves. Si haces el recorrido temprano en la mañana, podrás apreciar los picos nevados de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Taganga

Es un corregimiento del municipio de Santa Marta y está ubicado a unos 15 minutos de su centro histórico. Tradicionalmente, ha sido conocido como un pueblo de pescadores; más, en los últimos años ha cobrado importancia el turismo y de manera especial, la práctica del buceo y snorkel, debido a la biodiversidad marina que posee. Allí encuentras una variada oferta de centros de buceo, donde podrás practicarlo o certificarte de acuerdo con los estándares internacionales para la práctica de este deporte.

Para llegar a Taganga debes atravesar la montaña y justo cuando empiezas a descender en el recorrido, te encuentras con un hermoso mirador, en el cual se divisa la playa, rodeada de las montañas. Así mismo, observarás una gran cantidad de embarcaciones que se dirigen a las diferentes playas del Parque Tayrona, como son Playa Cristal o Cabo San Juan.

¿Y, cómo no embelesarse con esos atardeceres de ensueño? 

Si te hospedas en Taganga y quieres disfrutar del mar, una mejor opción es que te desplaces hasta Playa Grande, ya sea en lancha, la cual se demora unos 7 minutos o caminando por espacio de 20 minutos, en donde tendrás que subir y bajar la montaña. Allí el agua es más cristalina y la playa no está tan llena de embarcaciones que vuelven turbio el mar. 

Minca

Es un pueblito, conocido como la “Capital Ecológica de la Sierra Nevada de Santa Marta” o “Un paraíso entre montañas”, ubicada a 650 m.s.n.m., de clima templado, con un inigualable paisaje cafetero, lleno de aves, corrientes de agua dulce, cascadas y pozos; donde podrás conectarte con la naturaleza. Para ello, necesitarás por lo menos dos días para conocerlo. 

Existen varias formas de llegar a Minca: en vehículo particular, en un tour contratado, tomando un bus o una van desde el mercado de Santa Marta, el cual te tomará 45 minutos. Una vez ubicado en el centro de Minca, tienes múltiples actividades para realizar. Para darte una idea de lo que puedes hacer, te dejo dos mapas de operadores de 4×4 y moto taxi, con sus rutas de viaje.

Entre las principales actividades para hacer se destacan: 

Cascadas de Pozo Azul:

 Es uno de los sitios preferidos por los turistas, conformado por 5 cascadas pequeñas de gran belleza. Como iba con mi familia, sólo estuvimos en las primeras; sin embargo, la recomendación de muchos viajeros es que continúes ascendiendo a las cascadas que se encuentran más arriba, porque son más bonitas y menos concurridas que las otras.

Aunque sus aguas son heladas, no dejes de sumergirte en ellas, quedarás completamente tonificado.

Cascadas de Marinka: 

Son unas hermosas y heladas cascadas provenientes de la Sierra Nevada de Santa Marta, que te dejarán encantado. Una de ellas tiene un pozo donde te podrás refrescar y en la otra, tendrás la oportunidad de recibir toda la buena energía que te brindan las caídas de agua

Para llegar a Marinka, lo puedes hacer caminando o tomar un moto taxi. En el recorrido encuentras gran cantidad de aves, cultivos de café, cacao y árboles frutales. Si vas a Minca, este es un sitio obligado para conocer.

  • Tour de café y cacao en la finca La Candelaria: Ubicado a una hora de Minca, te muestran cómo se realiza la producción artesanal del cacao. Una vez finalice el recorrido te ofrecen la experiencia de aplicarte una mascarilla de chocolate. ¿Y, cómo no, deleitarte con una deliciosa taza de café?
  • Visitar la hacienda museo La Victoria: Allí podrás disfrutar el proceso del cultivo y preparación del café, así como visitar un museo dedicado a este producto. Para finalizar, no puedes dejar de degustar el delicioso café orgánico de la región.

También tienes la opción de pasar por la cerveceríaNevada“, donde se fabrica cerveza artesanal.​

  • Mirador Los Pinos: Este mirador te ofrece unas vistas increíbles del paisaje y a la vez, tomas un descanso en alguno de los tres grandes pinos que se encuentran allí.

  • Caminata al Cerro Kennedy: Si te gustan rutas de senderismo retadoras y en un nivel avanzado, este recorrido es para ti. Para una mejor experiencia, recomiendan los expertos hacerlo en dos días. Lo más maravilloso será tener la experiencia de apreciar picos nevados al amanecer. También puedes hacer este recorrido en bicicleta o en moto taxi.

Recomendaciones:

  • Llevar tenis cómodos y zapatos para el agua.
  • Llevar vestido de baño, protector solar, repelente, sombrero o gorro y gafas con buen filtro solar.
  • Hidratación personal, preferiblemente que no se encuentre envasada en botellas de plástico. 

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Experiencias

Experiencia en Belmira

En esta oportunidad les quiero compartir mi experiencia de nuestra salida a Belmira, la cual fue muy especial, en donde, el común denominador fue el cambio de planes y la abundante lluvia; así como el imponente paisaje, los regalos que nos ofreció la naturaleza, el contacto con colibríes, con diversas variedades de orquídeas y el bienestar que nos produjo nuestra práctica de yoga y chi kung. EL ANTES Me encontraba planificando la salida a otro sitio más cercano a Medellín; cuando, el día menos pensado, a tan solo 10 días de nuestro viaje grupal, la profesora que iba a realizar las actividades de yoga y reiki, me confirmó que, en tres días viajaba a Canadá, toda vez que le aprobaron su visa de trabajo e iniciaba labores la siguiente semana. Yo quedé como en shock. Aún no terminaba de digerir la noticia, cuando me llama el guía local de senderismo, informándome que, el hermoso sitio para el cual íbamos, estaba presentando problemas de seguridad. A eso se le suma, los altos costos que me presentaban diferentes empresas de transporte. Desilusionada, en un momento llegué a creer que se estaban presentando muchos obstáculos y que lo mejor sería no realizar la salida. Sin embargo, tomé la decisión de continuar hasta donde fuera posible. Recordé que todo es perfecto y se daría lo que hubiera de ser. Con el pasar de los días, todo comenzó a fluir. La profesora de yoga me recomendó a todo un profesional en la materia, con un enfoque diferente, pero igualmente enriquecedor para las personas que iban a la experiencia en la naturaleza. Con el guía local, definimos cambiar el destino para Belmira, que es un municipio que se encuentra a unas dos horas y media de Medellín, con un clima frío y unos paisajes hermosos. Me dijo que la caminata era 6 km de ida y regreso, muy fácil, con la posibilidad de realizar la actividad en un bosque de robles que se encuentra cerca de su casa; posteriormente, mientras las personas tomaban el almuerzo, podían disfrutar de los colibríes que llegaban a su casa y también tenían la oportunidad de conocer su jardín donde se aprecian diferentes variedades de orquídeas. Me pareció excelente el programa y lo aprobé sin hacer el reconocimiento en campo. Así mismo, conseguí un transporte más asequible a mi presupuesto. En este caso, todo era nuevo: el guía de senderismo, el profesor de yoga y hasta el transporte. Sólo me quedaba, confiar. De otra parte, muchas personas que me habían confirmado su asistencia, desistieron, llegando a pensar nuevamente si valdría la pena el esfuerzo. EL DURANTE Se llegó el día, a pocos kilómetros del pueblo, paramos en un sitio muy lindo, llamado Plaza del Río, que es como una réplica de un pueblo antioqueño, donde los turistas pueden disfrutar de todo tipo de postres y comida para picar. Llegamos a Belmira, para dar inicio a la caminata. El guía me había dicho que la caminata solo tenía un ascenso pronunciado, pero que era muy corto y que el resto del trayecto, era muy suave. Comenzamos el ascenso, llegamos a un mirador, donde se observa una panorámica hermosa del pueblo. Pensé que el resto iba a ser más suave; sin embargo, a medida que transcurría el tiempo, el camino se hacía menos fácil; especialmente, porque empezó a oscurecerse, lo que daba una señal clara de la llegada de la lluvia. Llegamos al bosque de robles y, a pesar de la llovizna, realizamos parte de la actividad. En el momento menos pensado, se soltó un aguacero que no paraba; dando con ello fin a la actividad e iniciando el descenso hacia la casa de nuestro guía local. Era tal la cantidad de lluvia que estaba cayendo, que la vía por donde veníamos parecía un deslizadero. A pesar de tener capas impermeables, las botas y los pantalones quedaron empapados por completo. Lo que no esperábamos era tener en primera fila, todo un espectáculo de color y belleza. Comenzamos por los colibríes. Y, ¿cómo no maravillarse con estos regalos que nos ofrece la naturaleza? Estábamos embelesados con las flores, cuando se suelta nuevamente el aguacero. El camino de regreso se me hizo largo y con toda la atención en que todos llegáramos bien al pueblo. Cuando veníamos en el transporte de regreso, me comenzaron a molestar por lo dura de había sido la caminata; sin embargo, nos reímos mucho con las caídas que se presentaron. DESPUÉS Creo que, a pesar de la fuerte lluvia y lo retadora que pudo ser la caminata para algunos, logramos el objetivo, que era disfrutar de los regalos que nos daba la naturaleza: de maravillarnos con los colibríes, de tenerlos tan cerca; de deleitarnos con diferentes variedades de orquídea, de plantas, del paisaje, de realizar una práctica que nos llenó de vitalidad y nos conectó con la madre tierra y de disfrutar de las risas y de la alegría de los asistentes. APRENDIZAJES De esta experiencia, me llevo los siguientes aprendizajes:

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