Post sobre

Trabajar con los recursos que tenemos

Este artículo, es una invitación a descubrir tus dones y talentos, así como nuestra misión de darlos a conocer al mundo.

Indice

Una de las grandes lecciones que me ha dejado la pandemia que pasamos, es trabajar con los recursos que tenemos.

Cuando empezamos la cuarentena por el COVID-19 en el mes de marzo de 2020, estaba finalizando mis estudios de inglés en Australia y no sabía en qué ocuparme. Siempre había pensado, equivocadamente, que no tenía habilidades para las manualidades, como tampoco para la cocina y mucho menos para las artes.
La esposa de mi tío me proporcionó unos retazos de tela que no combinaban mucho entre sí, unos hilos y unas tres agujas, para que me entretuviera en algo. Así mismo, me dio un modelo de una casita para coser, la cual tenía varios tipos de costura. Mis dos primeras creaciones no fueron muy agraciadas que digamos, así mismo, me resultaba molesto, porque se me olvidaban los tipos de costura y debía recibir su asesoría constantemente. Y ni qué decir cuando ella me desbarataba todo lo que había hecho: ¡Qué desilusión! Mi paciencia se había colmado, hacía las cosas con ira, me daba mal genio y hasta llegué a pensar: ¡Yo no sirvo para esto!
He aquí mis dos primeras creaciones:

¿Cómo descubrí mis habilidades?

Por esos días, me di a la tarea de anotar mis cualidades, mis defectos, lo que se me daba fácil, dones, lo que me apasionaba hacer y hasta lo que jugaba de niña.
Para mí no fue fácil reconocer mis habilidades y talentos, tuve que empezar por las cosas para lo que era buena en mi desempeño profesional como mi capacidad de planeación, seguimiento y control, mi capacidad para ver los proyectos desde lo macro, para organizar e integrar diferentes áreas, también descubrí que me gustaba escribir, pero sólo lo reconocí cuando la profesora de inglés mencionó en una clase que yo lo hacía muy bien.
No sabía qué hacer con la información de los listados que había elaborado.

¿Qué hice con los recursos que tenía en ese momento?

Quise conjugar en un proyecto personal mis habilidades, con lo que me gustaba hacer y los juegos de niña. De ahí nació la idea del blog de viajes, experiencias y aprendizajes; por lo cual, empecé a escribir.
Paralelamente, con una actitud más positiva, comencé a elaborar dos casas más. Con el paso de los días, me di cuenta que ya no me enojaba cuando repetía el trabajo, que iba ganando en paciencia y hasta le sacaba gusto a lo que hacía, porque le estaba poniendo mi mejor esfuerzo, lo estaba haciendo con amor, era algo que me daba mucha paz y tranquilidad, comenzó a fluir entonces mi creatividad, mi recursividad para crear con los elementos que tenía disponibles y para no molestar a la esposa de mi tío, comencé a inventar las puntadas que no recordaba, a combinar los retazos de tela e hilos, hasta me quedaron más pulidas mis costuras.
Cuando terminé las casas se las mostré a la esposa de mi tío y cuál sería su sorpresa cuando me dijo: “¡Guau! Te quedaron hermosas. Definitivamente ¡El alumno superó al maestro!“. Con semejante comentario de toda una conocedora de las manualidades, quedé muy contenta con lo que había hecho.
Fue tal la satisfacción que sentí por haberlo logrado, independientemente de si quedaron bonitas o no, que las casas se convirtieron en un símbolo, en un referente de la cuarentena, ellas me evocan el retorno a casa, el volver al interior y el encuentro conmigo misma.

¿Qué lecciones me aportaron las manualidades?

Ese ejercicio tan sencillo y tal vez, insignificante para muchos, me dejó varias enseñanzas:
⦁ Cuando te propones algo, lo puedes lograr; pienso que el secreto está en la actitud que le pongas a lo que haces, a la pasión y el amor que le imprimas a tus proyectos, eso es lo que hace la diferencia.
⦁ Aprendí a trabajar con los recursos que tenía, así fueran limitados, pude sacar la creatividad que tenía guardada y que pensaba que no tenía.
⦁ Reconocí algunos de mis dones, habilidades y talentos.
⦁ Volví a confiar en mí, en mis capacidades.
⦁ Me atreví a soñar, porque a veces me cuesta hacerlo.

Aún al día de hoy, la elaboración de las casitas me sigue dejando lecciones: Cuando le comenté a varias personas que estaba haciendo un blog de viajes, experiencias y aprendizajes, me dijeron que desistiera, que quién iba a leer eso, que, por qué mejor no montaba un canal de You Tube, con videos, porque eso es lo que más vende y lo que está de moda.
Tal vez tengan razón, más no se puede desconocer, que el blog es fruto de un proceso de interiorización, de reconocer mis capacidades y potencialidades, de crear un producto con los recursos que tenía en ese momento, de transmitir, por medio de escritos y fotografía, vivencias, emociones, la pasión por viajar, de transportar al lector a escenarios maravillosos, motivarlos para que conozcan otros mundos y también para que disfruten de las riquezas naturales que tienen en sus países y en sus regiones.
Hay momentos en los que he pensado desistir, porque subestimo mis talentos, más cuando tiendo a caer en la desesperanza, leo nuevamente este artículo y vuelvo a centrarme, a creer en mis sueños, porque estoy convencida que existirá algún lector que se conecte, que se identifique y vibre con estos escritos y también se anime a compartir sus experiencias, de esa manera, todos aprendemos y nos enriquecemos como personas. Esa es mi misión.

Seguir leyendo

Experiencias

Experiencia en Belmira

En esta oportunidad les quiero compartir mi experiencia de nuestra salida a Belmira, la cual fue muy especial, en donde, el común denominador fue el cambio de planes y la abundante lluvia; así como el imponente paisaje, los regalos que nos ofreció la naturaleza, el contacto con colibríes, con diversas variedades de orquídeas y el bienestar que nos produjo nuestra práctica de yoga y chi kung. EL ANTES Me encontraba planificando la salida a otro sitio más cercano a Medellín; cuando, el día menos pensado, a tan solo 10 días de nuestro viaje grupal, la profesora que iba a realizar las actividades de yoga y reiki, me confirmó que, en tres días viajaba a Canadá, toda vez que le aprobaron su visa de trabajo e iniciaba labores la siguiente semana. Yo quedé como en shock. Aún no terminaba de digerir la noticia, cuando me llama el guía local de senderismo, informándome que, el hermoso sitio para el cual íbamos, estaba presentando problemas de seguridad. A eso se le suma, los altos costos que me presentaban diferentes empresas de transporte. Desilusionada, en un momento llegué a creer que se estaban presentando muchos obstáculos y que lo mejor sería no realizar la salida. Sin embargo, tomé la decisión de continuar hasta donde fuera posible. Recordé que todo es perfecto y se daría lo que hubiera de ser. Con el pasar de los días, todo comenzó a fluir. La profesora de yoga me recomendó a todo un profesional en la materia, con un enfoque diferente, pero igualmente enriquecedor para las personas que iban a la experiencia en la naturaleza. Con el guía local, definimos cambiar el destino para Belmira, que es un municipio que se encuentra a unas dos horas y media de Medellín, con un clima frío y unos paisajes hermosos. Me dijo que la caminata era 6 km de ida y regreso, muy fácil, con la posibilidad de realizar la actividad en un bosque de robles que se encuentra cerca de su casa; posteriormente, mientras las personas tomaban el almuerzo, podían disfrutar de los colibríes que llegaban a su casa y también tenían la oportunidad de conocer su jardín donde se aprecian diferentes variedades de orquídeas. Me pareció excelente el programa y lo aprobé sin hacer el reconocimiento en campo. Así mismo, conseguí un transporte más asequible a mi presupuesto. En este caso, todo era nuevo: el guía de senderismo, el profesor de yoga y hasta el transporte. Sólo me quedaba, confiar. De otra parte, muchas personas que me habían confirmado su asistencia, desistieron, llegando a pensar nuevamente si valdría la pena el esfuerzo. EL DURANTE Se llegó el día, a pocos kilómetros del pueblo, paramos en un sitio muy lindo, llamado Plaza del Río, que es como una réplica de un pueblo antioqueño, donde los turistas pueden disfrutar de todo tipo de postres y comida para picar. Llegamos a Belmira, para dar inicio a la caminata. El guía me había dicho que la caminata solo tenía un ascenso pronunciado, pero que era muy corto y que el resto del trayecto, era muy suave. Comenzamos el ascenso, llegamos a un mirador, donde se observa una panorámica hermosa del pueblo. Pensé que el resto iba a ser más suave; sin embargo, a medida que transcurría el tiempo, el camino se hacía menos fácil; especialmente, porque empezó a oscurecerse, lo que daba una señal clara de la llegada de la lluvia. Llegamos al bosque de robles y, a pesar de la llovizna, realizamos parte de la actividad. En el momento menos pensado, se soltó un aguacero que no paraba; dando con ello fin a la actividad e iniciando el descenso hacia la casa de nuestro guía local. Era tal la cantidad de lluvia que estaba cayendo, que la vía por donde veníamos parecía un deslizadero. A pesar de tener capas impermeables, las botas y los pantalones quedaron empapados por completo. Lo que no esperábamos era tener en primera fila, todo un espectáculo de color y belleza. Comenzamos por los colibríes. Y, ¿cómo no maravillarse con estos regalos que nos ofrece la naturaleza? Estábamos embelesados con las flores, cuando se suelta nuevamente el aguacero. El camino de regreso se me hizo largo y con toda la atención en que todos llegáramos bien al pueblo. Cuando veníamos en el transporte de regreso, me comenzaron a molestar por lo dura de había sido la caminata; sin embargo, nos reímos mucho con las caídas que se presentaron. DESPUÉS Creo que, a pesar de la fuerte lluvia y lo retadora que pudo ser la caminata para algunos, logramos el objetivo, que era disfrutar de los regalos que nos daba la naturaleza: de maravillarnos con los colibríes, de tenerlos tan cerca; de deleitarnos con diferentes variedades de orquídea, de plantas, del paisaje, de realizar una práctica que nos llenó de vitalidad y nos conectó con la madre tierra y de disfrutar de las risas y de la alegría de los asistentes. APRENDIZAJES De esta experiencia, me llevo los siguientes aprendizajes:

Seguir leyendo

Síguenos en nuestras redes