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San José del Guaviare: Un lugar mágico en la puerta de la selva

Una región única en el planeta, que te dejará sin aliento con sus paisajes, su biodiversidad, sus caños, ríos, cascadas, sistemas rocosos que desafían la gravedad, arte rupestre, fauna, flora y mucho más…

Indice

Un día cualquiera, me encontraba observando el Facebook y me llegó una información de un grupo de caminantes, llamado Conexión Natural, los cuales estaban promocionando un viaje de tres días a San José del Guaviare

Emocionada con el video promocional, llamé a familiares y amigos para que se animaran a hacer el paseo conmigo. Con el pasar de los días, uno por uno fueron desistiendo del viaje.

Por su apartada ubicación al sur oriente colombiano, en los límites de las llanuras de la Orinoquía y de la selva Amazónica, esta zona fue azotada durante muchos años por la violencia, proveniente de los enfrentamientos entre el ejército Colombiano y la guerrilla de las FARC, así como por el narcotráfico; por lo cual, en épocas anteriores, era impensable visitar estos sitios. El gobierno Colombiano firmó un acuerdo de paz con esta guerrilla a finales del año 2016 y la salida era para agosto de 2018.

Este territorio decidió apostarle al ecoturismo por sus inigualables paisajes, ya que, también allí se encuentra el Parque Nacional Natural Serranía de Chibiriquete, declarado en el año 2018 como patrimonio mixto de la humanidad, esto significa que es un lugar único en el mundo dedicado a la protección y conservación de la biodiversidad natural y de las culturas existentes allí.

Teniendo en cuenta este contexto y que además, no tenía referencias de la agencia de turismo, me encontraba dudando sobre la conveniencia de ir a ese lugar sola, sin conocer a nadie, con el historial de violencia de la zona y que debía pagar la totalidad del viaje por adelantado. Así las cosas, pudieron más mis ganas de conocer esta maravilla natural que mis preocupaciones e hice la reserva.

Faltando unos cuantos días para el viaje, le informé a mi familia sobre mi decisión y no les agradó mucho la idea, especialmente por el tema de seguridad, pero ya no había vuelta atrás. Estoy convencida de que fue la mejor decisión que tomé, pues sin duda alguna, es uno de los mejores viajes que he realizado en mi vida, no solo por la belleza de sus paisajes, sino también, por la calidez de las personas con las que iba, se respiraba una energía tan especial que terminamos siendo como uno solo. La vida nos unió para ese viaje y aunque no he vuelto a ver a la mayoría de ellos, los recuerdo con mucho cariño y los llevo en el corazón.

Nos esperaba un fin de semana lleno de experiencias, empezando por el recorrido en bus de aproximadamente 8 horas desde Bogotá hasta San José del Guaviare. Llegamos a las 8 am, nos instalaron en el hotel, nos dimos un baño, desayunamos y a caminar se dijo con guías de la región.

Día 1: Serranía La Lindosa, Puerta de Orión y Caño Sabana

Comenzamos el recorrido en la Serranía de La Lindosa, una extensa formación rocosa de origen precámbrico, la cual tiene figuras de animales, personas u objetos. Yo me sentía como en Tierra de Gigantes, como si fueran seres que estuvieran cuidando ese sitio y me estuvieran observando con su mirada inquisidora, son la memoria petrificada de ese lugar.

Continuamos nuestro recorrido disfrutando de túneles, cuevas y paredes rocosas, que albergan gran cantidad de vegetación y animales. En una de las cuevas, me sentí como en la casa del Hobbit.

Y llegamos a la Puerta de Orión, una imponente roca de 12m de altura por 15m en su base. Está conformada por cornisas y orificios los cuales son muy llamativos. La gente de la región afirma que cada diciembre, entre las siete y las nueve de la noche, se puede observar la constelación de Orión justo en medio del agujero ubicado en la parte superior de la roca.

Es impresionante ver cómo la naturaleza ha esculpido éstas rocas de manera tan especial y perfecta.

Posteriormente, llegamos a un lugar soñado, llamado Tranquilandia, allí podrás apreciar el Caño Sabana, un riachuelo que ofrece un tapete de colores pasando por el verde, rosado, lila y rojo. Esta coloración se debe a una planta endémica de la región, llamada Macarenia Clavigera, la cual crece entre los meses de junio y noviembre, que es la época más adecuada para ir a esta maravilla de la naturaleza.

Fue un lugar que me llenó de paz y tranquilidad. Quedé encantada y cautivada con tanta belleza!

Después de semejante espectáculo, llegamos al balneario, lugar donde tomaríamos un delicioso almuerzo, envuelto en hojas de plátano, mientras se desataba un fuerte aguacero. Una vez escampó, culminamos la caminata del día con un refrescante y merecido baño.

En la noche, asistimos al Festival Internacional Yuruparí de Oro, que son las festividades regionales y reúne a los más grandes exponentes de la música llanera, bailadores de joropo y cantantes del departamento. Allí pasamos una agradable velada con nuestros compañeros de viaje.

Día 2: Ciudad de Piedra, Túneles y Pozos Naturales

Comenzamos visitando Ciudad de Piedra, cuyas rocas están dispuestas de tal forma que parecen calles, los Túneles, que son afloramientos rocosos con formas inusuales y dispuestos de manera tan extraña, que desafían a la gravedad.

Este paraje me hizo poner a volar la imaginación, es como si estuviera en una zona de avistamiento de ovnis o de extraterrestres.

También, se puede apreciar el arte rupestre o pictogramas, que son dibujos realizados con pigmentos naturales y que dan indicios de la presencia de culturas precolombinas en la región, ellos manifiestan sus costumbres, ritos, animales y quehaceres. Estas, son culturas desconocidas hasta ahora que se encuentran en estudio.

De la misma manera, en el recorrido te topas con el sitio conocido como Túneles, que son extrañas cavernas donde puedes perderte paseando por sus laberintos, puedes ver árboles que crecen sobre las rocas y hacer espeleología. Nos contaba uno de los guías de la región, que allí se hacían rituales y ceremonias, pues este lugar es considerado por los indígenas como la “morada de los dioses”. Es un lugar muy bonito y a la vez, algo intimidante, sientes una energía diferente en ese sitio tan peculiar.

En nuestro recorrido, pasamos por los Pozos Naturales, que son agujeros y cavernas esculpidos por el río y por el tipo de roca; no obstante, debido a la época en la que fuimos, éstos se encontraban secos y no fue posible apreciarlos en todo su esplendor. Te muestro un par de fotografías para que te antojes de visitar este maravilloso lugar.

Luego, nos dimos un refrescante baño en la Cascada del Amor, un sitio mágico donde puedes disfrutar de la caída de agua o simplemente tumbarte en el pequeño pozo que esta forma.

Al atardecer, era tal el cansancio que nos recogieron en una camioneta, fue mucho lo que nos reímos y gozamos.

Y mientras esperábamos a los otros compañeros que venían en camino, disfrutamos de un hermoso atardecer llanero.

Día 3: Laguna Negra y Puentes Naturales

En nuestro tercer día de viaje, nos dirigimos hacia Laguna Negra, ubicada en el sector de El Retiro, lugar privilegiado para el avistamiento de aves, micos, para la práctica de la pesca local y deportes náuticos como el Kayak o la vela. Lleva su nombre, porque desde el aire toma un color oscuro a causa de las plantas en descomposición y de la vegetación que la rodea, más sus aguas son cristalinas.

Los guías y lugareños recomiendan visitar esta laguna al atardecer, donde se puede apreciar un majestuoso espectáculo del sol sobre sus aguas y vegetación. Nosotros hicimos el recorrido en la mañana y apreciamos la belleza de este lugar.

Almorzamos en el estadero turístico conocido como Picapiedra y en horas de la tarde, fuimos a una zona espectacular llamada Puentes Naturales, que son cavernas naturales, cuya losa superior atraviesa un profundo cañón, formando puentes. Para llegar allí, debes atravesar un hermoso y espeso bosque, también, debes ser cuidadoso cuando estés caminando, por la existencia de abismos, puesto que las rocas están cubiertas de vegetación y suelen ser resbaladizas y especialmente se debe estar muy atento, por la presencia de serpientes venenosas que se camuflan entre las rocas y el follaje.

Si dispones de más tiempo, también tienes diversas opciones:

  • Pinturas rupestres del Guayabero, Cerro Azul o Cerro Pinturas, Nuevo Tolima y El Tigre: Son zonas arqueológicas por excelencia, consistentes en pinturas elaboradas por indígenas de la región, que según los expertos se estiman entre 1.000 y 12.000 años de antigüedad, en cuyas paredes plasmaban figuras alusivas a la caza, pesca, la sexualidad, utensilios, rituales, entre otros.

  • Cascada Las Delicias, Cascada del Arco Iris: Son cascadas entre 20 y 30 metros de altura. Se pueden realizar caminatas, torrentismo y escaladas.
  • Raudal del río Guayabero: Antes de llegar a la desembocadura con el Río Ariari, el río Guayabero se encañona, formando un raudal de un kilómetro de longitud.

  • Laguna Damas del Nare: Laguna donde puedes ver delfines rosados o toninas.
Delfín rosado

Datos de interés y recomendaciones:

  • Ubicación: Se encuentra ubicado al Suroriente Bogotá, a 400 km por vía terrestre, a unas 8 horas.
  • Cómo llegar: En autobús, en automóvil o vía aérea. La aerolínea Satena presta el servicio y debes averiguar la periodicidad de vuelos a esta zona y comprar los tiquetes con anticipación.
  • Temperatura: Oscila entre los 25°C y los 30°C, dependiendo de la época del año en la que lo visites.
  • Clima: Cálido, tropical húmedo.
  • Altura: 185 m.s.n.m.
  • Topografía: predominio de extensiones planas o ligeramente onduladas.
  • ¿Cuál es la mejor época para viajar? Para actividades de clima caluroso, las mejores épocas son desde finales de junio hasta octubre,en esta época puedes observar el alga Macarenia Clavigera y desde diciembre hasta mediados de febrero.
  • Infraestructura: No se encuentra muy desarrollada.
  • Se recomienda vacunarse contra la fiebre amarilla, mínimo 15 días antes de realizar el viaje. Otras vacunas sugeridas: Influenza y Meningococo.
  • No olvide sus documentos personales: Cédula de Ciudadanía o pasaporte, carnet EPS y libreta militar.
  • Llevar ropa cómoda, preferiblemente tenis o botas con buen agarre, blusas de manga larga para protegerse del sol y de los mosquitos, pantalón de secado rápido o tipo leggings, repelente para insectos, bloqueador solar, gorra para protegerse del sol, gafas oscuras con filtro UV, toalla, linterna y tu cámara fotográfica o celular.
  • Para apoyar el turismo, contrata los servicios con un operador turístico de la región, que esté debidamente autorizado.
  • Respeta el ecosistema, lleva contigo todos los residuos que generes, así sean orgánicos, respeta a las personas y su cultura.

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Experiencias

Experiencia en Belmira

En esta oportunidad les quiero compartir mi experiencia de nuestra salida a Belmira, la cual fue muy especial, en donde, el común denominador fue el cambio de planes y la abundante lluvia; así como el imponente paisaje, los regalos que nos ofreció la naturaleza, el contacto con colibríes, con diversas variedades de orquídeas y el bienestar que nos produjo nuestra práctica de yoga y chi kung. EL ANTES Me encontraba planificando la salida a otro sitio más cercano a Medellín; cuando, el día menos pensado, a tan solo 10 días de nuestro viaje grupal, la profesora que iba a realizar las actividades de yoga y reiki, me confirmó que, en tres días viajaba a Canadá, toda vez que le aprobaron su visa de trabajo e iniciaba labores la siguiente semana. Yo quedé como en shock. Aún no terminaba de digerir la noticia, cuando me llama el guía local de senderismo, informándome que, el hermoso sitio para el cual íbamos, estaba presentando problemas de seguridad. A eso se le suma, los altos costos que me presentaban diferentes empresas de transporte. Desilusionada, en un momento llegué a creer que se estaban presentando muchos obstáculos y que lo mejor sería no realizar la salida. Sin embargo, tomé la decisión de continuar hasta donde fuera posible. Recordé que todo es perfecto y se daría lo que hubiera de ser. Con el pasar de los días, todo comenzó a fluir. La profesora de yoga me recomendó a todo un profesional en la materia, con un enfoque diferente, pero igualmente enriquecedor para las personas que iban a la experiencia en la naturaleza. Con el guía local, definimos cambiar el destino para Belmira, que es un municipio que se encuentra a unas dos horas y media de Medellín, con un clima frío y unos paisajes hermosos. Me dijo que la caminata era 6 km de ida y regreso, muy fácil, con la posibilidad de realizar la actividad en un bosque de robles que se encuentra cerca de su casa; posteriormente, mientras las personas tomaban el almuerzo, podían disfrutar de los colibríes que llegaban a su casa y también tenían la oportunidad de conocer su jardín donde se aprecian diferentes variedades de orquídeas. Me pareció excelente el programa y lo aprobé sin hacer el reconocimiento en campo. Así mismo, conseguí un transporte más asequible a mi presupuesto. En este caso, todo era nuevo: el guía de senderismo, el profesor de yoga y hasta el transporte. Sólo me quedaba, confiar. De otra parte, muchas personas que me habían confirmado su asistencia, desistieron, llegando a pensar nuevamente si valdría la pena el esfuerzo. EL DURANTE Se llegó el día, a pocos kilómetros del pueblo, paramos en un sitio muy lindo, llamado Plaza del Río, que es como una réplica de un pueblo antioqueño, donde los turistas pueden disfrutar de todo tipo de postres y comida para picar. Llegamos a Belmira, para dar inicio a la caminata. El guía me había dicho que la caminata solo tenía un ascenso pronunciado, pero que era muy corto y que el resto del trayecto, era muy suave. Comenzamos el ascenso, llegamos a un mirador, donde se observa una panorámica hermosa del pueblo. Pensé que el resto iba a ser más suave; sin embargo, a medida que transcurría el tiempo, el camino se hacía menos fácil; especialmente, porque empezó a oscurecerse, lo que daba una señal clara de la llegada de la lluvia. Llegamos al bosque de robles y, a pesar de la llovizna, realizamos parte de la actividad. En el momento menos pensado, se soltó un aguacero que no paraba; dando con ello fin a la actividad e iniciando el descenso hacia la casa de nuestro guía local. Era tal la cantidad de lluvia que estaba cayendo, que la vía por donde veníamos parecía un deslizadero. A pesar de tener capas impermeables, las botas y los pantalones quedaron empapados por completo. Lo que no esperábamos era tener en primera fila, todo un espectáculo de color y belleza. Comenzamos por los colibríes. Y, ¿cómo no maravillarse con estos regalos que nos ofrece la naturaleza? Estábamos embelesados con las flores, cuando se suelta nuevamente el aguacero. El camino de regreso se me hizo largo y con toda la atención en que todos llegáramos bien al pueblo. Cuando veníamos en el transporte de regreso, me comenzaron a molestar por lo dura de había sido la caminata; sin embargo, nos reímos mucho con las caídas que se presentaron. DESPUÉS Creo que, a pesar de la fuerte lluvia y lo retadora que pudo ser la caminata para algunos, logramos el objetivo, que era disfrutar de los regalos que nos daba la naturaleza: de maravillarnos con los colibríes, de tenerlos tan cerca; de deleitarnos con diferentes variedades de orquídea, de plantas, del paisaje, de realizar una práctica que nos llenó de vitalidad y nos conectó con la madre tierra y de disfrutar de las risas y de la alegría de los asistentes. APRENDIZAJES De esta experiencia, me llevo los siguientes aprendizajes:

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