Melbourne, es la segunda ciudad de Australia después de Sydney y la capital del estado de Victoria. Ha sido catalogada como una de las mejores ciudades del mundo para vivir, por su calidad de vida, por su rica y variada vida cultural, vibrante, multicultural, bohemia, llena de cafés para departir con los amigos, ciudad de arte callejero y de los tranvías, de clima cambiante, en un mismo día puedes pasar por todas las estaciones, esa es Melbourne.
Veamos algunos de los lugares que se pueden visitar en Melbourne y sus alrededores:
St. Kilda y sus pingüinos mini:
Es un pueblo independiente de Melbourne, pero conectado a la ciudad; caracterizado por su hermoso muelle y los diminutos pingüinos o fairy penguins, de máximo 40 cm, que acuden allí al atardecer; tuve la suerte de ver uno de ellos.
El muelle de St Kilda También es un sitio propicio para la práctica de deportes náuticos, me quedé embelesada observando durante un buen tiempo cómo los deportistas eran llevados por el viento en sus cometas.
Melbourne
Hicimos un free tour a pie, el cual tenía a Gordon Reserve como punto de encuentro en el CBD, donde visitamos los sitios más emblemáticos de la ciudad. Hubo sitios que nos quedamos sin conocer y otros cuyo nombre no recuerdo, pues tan solo estuvimos un día y medio; sin embargo, nos pareció una ciudad muy agradable, bohemia, con muchos cafés, sitios para departir con los amigos.
Iniciamos nuestro recorrido en el Museo Old Treasury Building, luego pasamos por el Parlamento de Victoria y sus jardines. También apreciamos la completa red de tranvías, y lo mejor, es que algunos trayectos son gratuitos.
Luego nos dirigimos hacia Lanesways, unos callejones inundados de graffitis, muy típicos de Melbourne. En uno de ellos, nos detuvimos a degustar una deliciosa taza de café o de chocolate.
Pasamos por Federation Square, la Plaza más icónica de Melbourne, es un centro cultural que reúne museos y galerías, también se encuentra ACMI (Australian Centre for the Moving Image), un museo dedicado al arte audiovisual y al cine.
Posteriormente, nos dirigimos hacia varios sitios icónicos: Flinders Street Station, la estación central de ferrocarriles de Melbourne y dos lujosos centros comerciales: Royal Arcade y The Block Arcade, de la época victoriana, considerado toda una joya arquitectónica.
Luego, recorrimos los alrededores de Melbourne Gaol, una antigua cárcel, hoy convertida en museo, la cual albergó a los criminales más famosos de Australia y fue testigo de múltiples asesinatos en la horca.
Finalizamos nuestro free tour en Victoria Library, la biblioteca más grande de Melbourne, con una arquitectura digna de admirar, tiene una espectacular sala central de lectura en forma octogonal, ubicada debajo de una cúpula; estar en la biblioteca es todo un placer.
Este fue uno de los sitios que más disfruté y es uno de los lugares obligados para visitar en Melbourne.
Después de una mañana muy productiva, nos dirigimos hacia Chinatown para almorzar, lamentablemente, no acertamos en la elección de los platos y quedamos con hambre. Ese es el riesgo que se corre al degustar comida de otros países.
Continuando nuestra caminata por el CBD, conocimos la catedral de St. Patrick, una preciosa iglesia católica, de arquitectura neogótica.
También recorrimos un hermoso jardín.
Terminamos nuestra visita en Melbourne, desplazándonos en tren hasta la playa de Brighton Beach, allí se encuentran las famosas Bathing Boxes, que son unas casitas de madera, pintadas de vistosos colores, dotadas de cocina y que la gente alquila en el verano, son preciosas. Este es un sitio imprescindible para visitar en Melbourne.
Lamentablemente, el tiempo no nos alcanzó para visitar otros lugares imprescindibles de conocer, como el Queen Victoria Market; uno de los mercados más grandes de la ciudad, donde podrás degustar sabores de todo el mundo; Shrine of Remembrance, una edificación que es un homenaje a todas las personas fallecidas en las guerras en las cuales Australia ha participado; visitar el Botanical Garden, que integra lo natural con lo urbano; caminar en los alrededores del Fitzroy Garden o recorrer el Río Yarra, entre otros.
Yo recomiendo entre dos y tres días para conocer la ciudad y hacerte una idea más clara de sus encantos.