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Cascada Nemustén – Sueva (Junín, Cundinamarca)

Conéctate con la buena energía que transmite esta cascada a tan solo hora y media desde Bogotá.

Indice

Ubicada en la provincia del Guavio en Cundinamarca, para llegar a este precioso lugar, tomas desde Bogotá la vía a la Calera-Guasca-Guachetá y en la hidroeléctrica de Sueva inicias el recorrido.

Las cascadas de Sueva son un conjunto de varias cascadas que se encuentran en la cuenca que lleva su nombre, siendo la más representativa la de Nemustén, por su altura y su caudal.

Recuerdo que era una de mis primeras caminatas de iniciación en el senderismo, para lo cual requeríamos un calzado adecuado para hacer trekking; como en ese momento no disponía de tal calzado, me fui con unas botas de dotación de la empresa en la cual laboraba en ese entonces, sin tener en cuenta que tenían punteras de acero, esto las hacía muy pesadas y también estaba estrenando, por lo que el cuero aún era muy duro; adicionalmente, fue un recorrido de 16 km, que se me hizo eterno. Ya se imaginarán cómo me quedaron los pies: ampollados, pues me dolía cualquier paso que daba.  Fue una caminata retadora; sin embargo, era tan hermosa la naturaleza, que esto me alentó a seguir conociendo más paisajes de nuestra geografía colombiana.

Comenzamos por las cascadas más lejanas; pero, sólo fue posible llegar hasta la segunda, porque se hacía demasiado tarde. Al regreso, estuvimos en la cascada de Nemustén, que es preciosa y nos recargó de buena energía, no solo por el sonido que emitía la caída del agua, sino también por el vapor de agua que nos llegaba a la cara. Es una experiencia sensorial que hasta te rejuvenece; no te la puedes perder.

Realizamos una actividad muy divertida llamada Trueque; en la cual, cada asistente debía llevar algo que ya no utilizara para intercambiarlo con otra persona y cada uno explicaba el valor simbólico que representaba el objeto a ser intercambiado.

En esa ocasión estuve con una amiga, la cual, no la pasó muy bien que digamos, pues se lesionó una rodilla y tuvo que aguantarse el dolor durante casi todo el recorrido; me impresionó su fortaleza; afortunadamente, no hubo nada qué lamentar.

Si quieres ir solo a la cascada de Nemustén, el recorrido es corto y tiene un nivel bajo; si decides hacer el largo, que consiste en visitar las tres cascadas, debes tener mejor estado físico. Para mayor seguridad, te recomiendo hacerlo en compañía de un guía de la región o alguien que conozca la ruta del camino.

Datos de interés y recomendaciones

  • Clima: frío.
  • Temperatura: 15°C
  • Llevar tenis o botas de senderismo, pantalones de secado rápido, ropa de cambio.
  • Llevar líquido, frutas, bocadillo, cosas para picar.
  • No olvides traer contigo todos los residuos sólidos que generes, así sean cáscaras; de esa manera, conservamos nuestros ecosistemas.

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Experiencias

Experiencia en Belmira

En esta oportunidad les quiero compartir mi experiencia de nuestra salida a Belmira, la cual fue muy especial, en donde, el común denominador fue el cambio de planes y la abundante lluvia; así como el imponente paisaje, los regalos que nos ofreció la naturaleza, el contacto con colibríes, con diversas variedades de orquídeas y el bienestar que nos produjo nuestra práctica de yoga y chi kung. EL ANTES Me encontraba planificando la salida a otro sitio más cercano a Medellín; cuando, el día menos pensado, a tan solo 10 días de nuestro viaje grupal, la profesora que iba a realizar las actividades de yoga y reiki, me confirmó que, en tres días viajaba a Canadá, toda vez que le aprobaron su visa de trabajo e iniciaba labores la siguiente semana. Yo quedé como en shock. Aún no terminaba de digerir la noticia, cuando me llama el guía local de senderismo, informándome que, el hermoso sitio para el cual íbamos, estaba presentando problemas de seguridad. A eso se le suma, los altos costos que me presentaban diferentes empresas de transporte. Desilusionada, en un momento llegué a creer que se estaban presentando muchos obstáculos y que lo mejor sería no realizar la salida. Sin embargo, tomé la decisión de continuar hasta donde fuera posible. Recordé que todo es perfecto y se daría lo que hubiera de ser. Con el pasar de los días, todo comenzó a fluir. La profesora de yoga me recomendó a todo un profesional en la materia, con un enfoque diferente, pero igualmente enriquecedor para las personas que iban a la experiencia en la naturaleza. Con el guía local, definimos cambiar el destino para Belmira, que es un municipio que se encuentra a unas dos horas y media de Medellín, con un clima frío y unos paisajes hermosos. Me dijo que la caminata era 6 km de ida y regreso, muy fácil, con la posibilidad de realizar la actividad en un bosque de robles que se encuentra cerca de su casa; posteriormente, mientras las personas tomaban el almuerzo, podían disfrutar de los colibríes que llegaban a su casa y también tenían la oportunidad de conocer su jardín donde se aprecian diferentes variedades de orquídeas. Me pareció excelente el programa y lo aprobé sin hacer el reconocimiento en campo. Así mismo, conseguí un transporte más asequible a mi presupuesto. En este caso, todo era nuevo: el guía de senderismo, el profesor de yoga y hasta el transporte. Sólo me quedaba, confiar. De otra parte, muchas personas que me habían confirmado su asistencia, desistieron, llegando a pensar nuevamente si valdría la pena el esfuerzo. EL DURANTE Se llegó el día, a pocos kilómetros del pueblo, paramos en un sitio muy lindo, llamado Plaza del Río, que es como una réplica de un pueblo antioqueño, donde los turistas pueden disfrutar de todo tipo de postres y comida para picar. Llegamos a Belmira, para dar inicio a la caminata. El guía me había dicho que la caminata solo tenía un ascenso pronunciado, pero que era muy corto y que el resto del trayecto, era muy suave. Comenzamos el ascenso, llegamos a un mirador, donde se observa una panorámica hermosa del pueblo. Pensé que el resto iba a ser más suave; sin embargo, a medida que transcurría el tiempo, el camino se hacía menos fácil; especialmente, porque empezó a oscurecerse, lo que daba una señal clara de la llegada de la lluvia. Llegamos al bosque de robles y, a pesar de la llovizna, realizamos parte de la actividad. En el momento menos pensado, se soltó un aguacero que no paraba; dando con ello fin a la actividad e iniciando el descenso hacia la casa de nuestro guía local. Era tal la cantidad de lluvia que estaba cayendo, que la vía por donde veníamos parecía un deslizadero. A pesar de tener capas impermeables, las botas y los pantalones quedaron empapados por completo. Lo que no esperábamos era tener en primera fila, todo un espectáculo de color y belleza. Comenzamos por los colibríes. Y, ¿cómo no maravillarse con estos regalos que nos ofrece la naturaleza? Estábamos embelesados con las flores, cuando se suelta nuevamente el aguacero. El camino de regreso se me hizo largo y con toda la atención en que todos llegáramos bien al pueblo. Cuando veníamos en el transporte de regreso, me comenzaron a molestar por lo dura de había sido la caminata; sin embargo, nos reímos mucho con las caídas que se presentaron. DESPUÉS Creo que, a pesar de la fuerte lluvia y lo retadora que pudo ser la caminata para algunos, logramos el objetivo, que era disfrutar de los regalos que nos daba la naturaleza: de maravillarnos con los colibríes, de tenerlos tan cerca; de deleitarnos con diferentes variedades de orquídea, de plantas, del paisaje, de realizar una práctica que nos llenó de vitalidad y nos conectó con la madre tierra y de disfrutar de las risas y de la alegría de los asistentes. APRENDIZAJES De esta experiencia, me llevo los siguientes aprendizajes:

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